Hay nubes que amenazan tormenta ( Nimbos ), nubes negras como el carbón, nubes de pegatina ( según Los Delinqüentes ), nubes de desarrollo vertical ( Cúmulos ), nubes estratificadas ( Estratos ), nubes de cristales de hielo ( Cirros ), nubes de gominola ( o jamones, dependiendo de dónde seas ), nubes despistadas....
Lo que no sabía, hasta hace muy poco tiempo, es que también existen las nubes luminosas. Me explico. Como he comentado en anteriores post, llevo una temporada en la que estoy intentando cambiar las cosas malas que me atormentaban por las noches, los malos pensamientos sobre mí y mi baja autoestima. De hecho, poco a poco lo estoy logrando y ya he conseguido muy buenos resultados. Estoy más feliz, mejor conmigo mismo y con la gente que me rodea, me siento optimista y comprometido con mi nuevo yo. Me está costando hacerlo y no está resultando fácil, pero, como se suele decir por el Camino de Santiago, sin dolor no hay gloria.
Esos malos pensamientos que tenía han desaparecido como por arte de magia, se han esfumado, evaporado. Me he quitado una gran carga de encima y no los echo nada de menos. Tanto es así que, ahora, cuando intento recordar uno de esos asquerosos pensamientos, no puedo hacerlo. Una especie de nube luminosa está posada en mi mente y no deja que esos malos recuerdos se asomen a mi cerebro. Sólo veo claridad y paz. Justo lo que, en verdad, necesitaba...
Así que ojalá esa nube luminosa me acompañe en el largo camino que tengo por delante, en la carrera de fondo que estoy disputando. Será muy buena señal.
Que haya más días de nubes luminosas....
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