El blog de Guti

Siempre me ha gustado el mundo de la cocina. Me parece fascinante el modo en el que se crean decenas y decenas de recetas y de platos. Cuando hice la mili, me tocó en cocina y, a pesar de todo lo que trabajé ( a veces curraba 16 o 17 horas al día por el esplendido sueldo de 1.500 pesetas al mes..), lo cierto es que disfruté y aprendí muchas cosas sobre el arte de cocinar.

Durante años, en mi casa se comía con Karlos Arguiñano en la televisión. Este hombre me parece un crack, un fenómeno. Es uno de mis ídolos. Me quedaba encandilado viendo como, con aparente sencillez, era capaz de cocinar un montón de cosas. Cada día platos diferentes y, como diría el propio Karlos, fáciles, sanos y con fundamento. Otra cosa que me encanta de él es su vitalidad, entusiasmo, jovialidad y su buen humor ( ojalá que yo llegue así a su edad, con un cantico en los dientes me podría dar...)

Puedo estar haciendo zapping con el mando de la tele, aburrirme de no apetecerme ver nada de lo que echan, y es ver un programa de cocina y ya se acabó el zapeo. Me quedo absorto viéndolos y hasta puedo llegar a perder la noción del tiempo.

Con el paso de los años he ido cocinando, pero me ha dado por temporadas. En ocasiones, mis viejas y nada queridas amigas Desidia y Apatía, eran más fuertes que el placer que me ofrecía el mundo culinario. Se postraban contra los fogones y no dejaban que me acercara, ni siquiera para hacerles una fugaz visita. A lo que me descuidaba, me abofeteaban y me mostraban sus putridos y afilados dientes.

Eso era antes. Desde hace un tiempo, he vuelto a los fogones, he vuelto a llenarme las manos de harina ( y no de otro costal ) y de pan rallado, he vuelto a batir huevos, he vuelto a salpimentar, a aderezar, a oler cebolla y ajo sofriéndose, a utilizar un pasapurés, a utilizar un horno.....a disfrutar.

Estoy contento y con muchas ganas de seguir cocinando. Quiero aprender nuevas recetas y nuevos sabores. Así que, cocinando que es gerundio...