Ayer por la noche acudí a la Sala Lopez a disfrutar de un gran noche de rock. Tocaban los, siempre geniales, O'funk'illo. Los sevillanos no decepcionaron y desplegaron sus buenas artes durante poco más de dos horas, El cantante, Andreas, a pesar de que los años no perdonan y que una incipente tripita le asomaba tras la camiseta, estuvo bastante activo y no paró ni un momento, animando, jaleando al público y cantando a todo trapo. El tío me recuerda a aquellos anuncios de mi infancia de los Micromachines, en los que aparecía un hombre con bigote que hablaba superrápido. Andreas canta así, rápido, muy rápido y con ese gracejo que tienen los habitantes del Planeta aceituna. El batería y el teclista formaron un buen tandem y pusieron a todo el respetable a bailar sin parar. El nuevo fichaje del grupo, el guitarrista Javi Marssiano, resultó ser todo un descubrimiento. Toca la guitarra de forma prodigioa e incluso se atrevió a cantar una fantástica versión de la canción de Led Zeppelin, "Whole lotta love". Mención aparte para el bajista, el gran Pepe Bao. Volvió a demostrar que es el mejor bajista de España, ofreciendo una clase magistral de como tocar un instrumento. Tocó con un palo de batería, con botellas de cerveza, durante minutos y minutos, sin dejar de tocar rapidamente las cuatro cuerdas. Increíble el momento de subirse a la barra de la sala y hacer botar a todo el mundo con su versión del "Highway to hell" de los australianos AC/DC.
En resumidas cuentas fue un gran concierto. Las únicas pegas que le puedo sacar, es que se me hizo corto y que faltaron algunas canciones que me hubiera gustado escuchar en directo. Para otra vez será. Lo que sé seguro es que salí del concierto con una sonrisa en los labios, una sonrisa de disfrute. Pocos grupos me hacen sentir algo así....