El blog de Guti

Con el paso del tiempo y con los avances tecnológicos, hemos ganado mucho pero creo que también hemos perdido cosas. Quizás sea el punto romántico que hay en mí...No sé.... Hay cosas que se siguen haciendo pero mucho menos que antes. Como por ejemplo, colocar y ver fotos en un viejo album desgastado ; comprarte un disco y leer el libreto tantas veces que te aprendías hasta los títulos de crédito ( por lo menos yo...) o escribir cartas, que es de lo que hoy quiero hablar.

Cuando era más pequeño escribía muchas cartas. En el colegio ( en 6º o 7º de E.G.B ), nos repartieron a cada uno de la clase, cartas de otro colegio de Cataluña. A mí me tocó una chica. Se llamaba Cristina y recuerdo que vivía en San Feliu de Llobregat. Estuvimos varios meses carteándonos pero nunca nos llegamos a conocer. No sé de qué hablaríamos o qué nos contaríamos, no lo recuerdo muy bien y las cartas que me mandó, hace muchos años que las perdí de vista. A saber dónde acabarían...Es una pena, porque me encantaría poder echarles un vistazo....

Cuano crecí un poco más, me dió por mandar cartas a concursos de la radio y la verdad es que tuve bastante suerte. En poco tiempo gané una camiseta de Los Ilegales, un mechero de algún Maquina Total (no recuerdo cuál ), una foto firmada por todos los integrantes de Celtas Cortos ( Cifuentes aún tenía pelo y todo...) y lo mejor de todo : un viaje a Liverpool para visitar The Cavern, el mítico local donde dieron sus primeros acordes The Beatles.

Un poco más adelante me carteé con varias chicas. Sobre todo con una amiga que se llamaba Raquel. Nos mandábamos muchas cartas, a pesar de vivir los dos en Zaragoza y hablábamos un montón por teléfono. Fueron tiempos de boli y cabina....

Pasaron los años y mi amigo Andrés se fue a vivir a Londres y las cartas volvieron a mi vida. Cartas divertidísimas con fotomontajes caseros y todo. Las recuerdo con mucho cariño...

Escribir y recibir cartas desaparecieron de mi vida hasta el año pasado. Llevaba años sin recibir ninguna carta ( yo siempre lo dejaba caer delante de mis amigos pero, oye, ni flores...) y además nunca había recibido una carta de amor. Pues el año pasado las dos cosas llegaron a la vez a mi vida. Qué felicidad sentí al abrir el buzón y descubrir que aquella vez había algo más que propaganda y facturas. Después hubo alguna más pero ninguna me hizo sentir lo mismo que aquella primera carta. Fue la primera vez que lloré de felicidad en mi vida. La cosa al final no cuajó pero nunca olvidaré ese caluroso día de finales de Junio.....

Hoy he leído un artículo en la última página del Heraldo de Aragón que me ha gustado mucho. Hablaba de la mítica película "Ciudadano Kane". Para muchos, la obra maestra del gran Orson Welles, aunque a mí me gustó mucho más la versión radiofónica que hizo de "La guerra de los mundos". Consiguió engañar y asustar a la sociedad americana que creyó que la tierra estaba siendo invadida por malvados extraterrestres. Todo un crack, este Orson....

Volviendo al artículo que mencionaba, explicaba que, cuando el protagonista está a punto de morir, la última palabra que dice es Rosebud. Al final se descubre que esa palabra, es el nombre que le puso a un trineo con el que jugaba cuando era niño. Ese trineo simboliza la infancia, cuando todo es más puro y cuando aún no se ha perdido la inocencia.

Todo esto me ha hecho pensar en mi infancia. He intentado buscar mi propio Rosebud y lo he encontrado. No lo he encontrado físicamente hablando pero sí que lo he situado en mi mente. El objeto que simboliza mi infancia y que me trae grandes recuerdos era una pequeña pelota de trapo que me hizo mi madre. Era tricolor : roja, azúl y negra. La de horas que me pegué con ella, lanzándola una y otra vez contra la pared que tenía frente a mi cama mientras escuchaba los grandes éxitos de entonces ( las cintas eran de mi hermana mayor ) en un viejo radiocasette. Pasé así muchas horas. Lanzando y escuchando. Quién me iba a decir a mí entonces todas las cosas que me iban a pasar en en el futuro, la cantidad de aventuras que he pasado y las que todavía me quedan por vivir.

Eso es una de las cosas más bonitas de la vida : es impredecible, no sabes lo que te va a pasar. Todo puede cambiar en un segundo, para bien o para mal. Y eso, queridos amigos, no tiene precio....

El otro día, buceando en mi memoria, recordé una vieja canción de Extremoduro. Gracias a Youtube la busqué y la escuché al momento. Se trataba de la canción : Los tengo todos. En ella hablan de los siete pecados capitales y el Robe canta, con su rock transgresivo, que los tiene todos. Me dió que pensar y me dí cuenta que yo también los tengo todos. Quizás no al mismo tiempo pero en diferentes etapas de mi vida he pasado por todos ellos. Recapitulemos .

- Lujuria . Evidentemente he tenido ataques de lujuria muchas veces en mi vida. Me gusta el sexo, creo que como a todo el mundo. Así que, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra....

- Orgullo : Uno de mis mayores pecados capitales. Soy una persona orgullosa y a veces me cuesta bajarme de la burra y reconocer mis errores. Aunque con el paso de los años he mejorado mucho en ese aspecto. Como diría "Charlot - Aznar" : .....estamos trabajando en ello....

- Envidia : Es el pecado capital que menos incumplo. No soy una persona envidiosa. No me dan envidia las cosas materiales tipo el coche o la casa del vecino. Lo que me da envidia sana es ver lo bien que le va a una pareja en su amor. Y tengo esa envidia porque me encantaría vivir algo así. Habrá que darle tiempo al tiempo....

- Gula : En esto peco siempre. Me encanta comer, no lo puedo evitar. Y ahora que me gustan muchas más cosas que cuando era pequeño mucho mejor. Así como verduritas que no me vienen nada mal. Aunque donde esté un plato de jamón, un cacho de queso y un poco de pan, que se quite todo lo demás.....

- Soberbia : En ocasiones peco de soberbia. En la vida hay que ser humilde e intento ser siempre así. Pero a veces el monstruo de la soberbia me sale de dentro y es difícil impedirle que lo haga. Procuro cortarle la cabeza en cuanto tengo ocasión.....

- Pereza : En esto también peco. Soy una persona perezosa. Mea culpa....Me cuesta mucho ponerme a hacer cosas aunque al final cuando me pongo, las hago. Debería aprender a hacerlas desde el principio, es otra de las cosas que debo mejorar en mi vida....¡ Maldita desidia! ¡¡¡¡ Yo te maldigo !!!!

- Avaricia : No me considero una persona avariciosa. Antes, cuando tenía un sueldo digno y un puñado de euros en el bolsillo me compraba un montón de discos, libros, películas....En eso, sí que he podido sentirme avaricioso, al querer tener todos los discos de tal grupo o todos los libros de tal autor....Soy un coleccionista avaricioso, qué le vamos a hacer....

En resumidas cuentas, los tengo todos. Y vosotros, ¿ también los tenéis todos ?

Cuando era pequeño pasaba casi todos los fines de semana en casa de mi abuela Nati. Los Sábados nos ibamos a tomar un vermú a los Espumosos y después ibamos al Caracol. Mi abuela tenía habitaciones alquiladas a chicas en su casa. Por allí pasaron unas cuantas. Una de ellas trabajaba en los recreativos que hay en la parte de abajo del Caracol y siempre que iba me ponía un montón de partidas gratis en las máquinas que quisiera. Creo que desde entonces cogí la afición a los juegos recreativos, a las maquinetas, a las consolas...

De aquella época me acuerdo del Out run, del 1941, de Rambo.....Con el paso de los años las consolas empezaron a aparecer y me compraron la Master System. Jugaba al Sonic, al Alex kid in a miracle world, a Asterix & Obelix..... Siempre fuí chico de recreativos y jugaba a un montón de máquinas : al Shinobi, al Golden Axe, al Street Fighter, al Cabal 1 & 2, a Las Tortugas Ninja, al Mortal Kombat, al Tetris.....

Dejando la adolescencia, dejé los recreativos ( aunque a veces vuelvo con mi amigo Andrés. Lástima que ya queden tan pocos... ), me puse a trabajar y al tiempo de salir al mercado, me compré la Playstation 1. Era un superavance. Mejores gráficos, mejores juegos, mucha variedad de tipos de juego....Y lo mejor de todo, podías piratear la consola y por cuatro perras te comprabas un montón de juegos cojonudos. Y qué juegos.... : los Resident Evil, el Tony Hawk, el Silent Hill, el Dinocisis, el Metal Gear Solid, el Abe´s Escape, el Medievil, los Final Fantasy......

Años después salió la Playstation 2. Era supercara. Andrés se dió el capricho y se la compró. Cuando se fué a hacer las Américas nos la dejó en multipropiedad a Javitxu y a mí que vivíamos juntos. Todo un detallazo. Fué la época de alquilar juegos y juegos en la tienda que teníamos debajo de casa. También de comprarlos, sobre todo los Platinum ( más baratos ). Algunos juegos fueron el Metal Gear Solid 2, más Resident Evil, más Silent Hill, más Tony Hawk, los Fifas, los Isspro, el Crash Bandicoot, los del Señor De Los Anillos, los Gtas ( Vice City, Saint Andeas ), el Splinter Cell, el The Getaway 1 & 2.....En resumen, decenas de juegos. Horas y horas de entretenimiento y diversión.

Conforme la tecnología ha ido avanzando han salido nuevas consolas. La Wii, la Nintendo Ds, la Playstation 3, la XBOX...Los niños de ahora son afortunados en ese sentido. Y los no tan niños también...

¡ Que viva la tecnología !

Todo el mundo tenemos un pasado. Un pasado que siempre nos acompaña y del que, a veces, es casi imposible deshacerse de él. Es como tener un montón de equipaje que siempre llevamos encima. Hay diferentes tipos de equipajes para cada persona. Los hay que llevan una mochila pequeña ; otros llevan un par de maletas ; otros cargan con pesados baúles y algunos son como las pijas, que para pasar unos días de vacaciones se llevan maletas y maletas de todo tipo de tamaños y colores imaginables.

Yo también tengo mi equipaje. En mi caso no es demasiado grande pero tampoco es muy pequeño que digamos. El pasado Domingo decidí hacer algo que hace meses debería haber hecho. Abrí mi equipaje. Me costó hacerlo, las cremalleras no cedían y cuando conseguía abrirlas un poco, enseguida se enganchaban y otra vez vuelta a empezar. Al final con mucho esfuerzo y decisión terminé abriéndolo. Saqué un montón de cosas que ya no necesitaba, cosas que hacían que el equipaje pesará muchísimo. Me dió mucha tristeza y pena hacerlo, sobre todo en el momento. Pero ahora me encuentro mucho mejor. Era necesario hacerlo. Solo hice lo que tenía que hacer.

Yo nunca me he considerado una persona valiente. "Juán sin miedo" nunca fue mi cuento favorito. Pero desde hace unos años me siento más valiente. Antes me costaba un montón tomar ciertas decisiones por miedo a las consecuencias. Ahora me cuesta menos. Puedo hacerlo más tarde que los demás, pero más vale tarde que nunca , ¿ no ?

Así qué, el Domingo pasado saqué toda la valentía que pude. Quizás fué, parafraseando a Bunbury, el lado valiente de un cobarde....